- Funcionamiento correcto. Conseguiremos que la web funcione adecuadamente, que todas sus funciones trabajen sin ningún tipo de problema y que se solucionen aquellas que están generando algún conflicto.
- Actualización. Actualizar los plugins, temas y plataformas, es vital para que todo funcione correctamente.
- Detectar posibles amenazas de seguridad. Es más que habitual encontrarse con intentos de atacar una página web y hacerse con su control para borrar contenidos e introducir otros, acceder a datos privados, bases de datos, etc.
- Actualización de contenido. Revisión y cambios de textos e imágenes para tener siempre la web actualizada.
- Agilizarla aún más. A veces, el volumen de visitantes se dispara y la página empieza a funcionar con lentitud, cuesta cargar y el usuario acaba yéndose. Realizando las tareas adecuadas, se pueden eliminar muchos cuellos de botella.
- Solucionar problemas ocasionales por el paso del tiempo. ¿Cuántas veces hemos hecho link sobre un enlace o pestaña en una web y no nos ha remitido a ningún sitio o bien no funcionaba?. Un servicio de mantenimiento puede solucionar cualquier incidente de este tipo y restaurarlo.
- Actualización. Actualizar software, complementos, etc, es vital para que todo funcione correctamente.